LA CENA DE EMAUS
La escena de este óleo narra los primeros pasos de Cristo
resucitado. Habiendo encontrado éste a dos de sus discípulos en el camino a
Emaús, los hombres no reconocen a su maestro hasta el momento de la cena en una
posada, pues al bendecir Jesús el pan y el vino reconocen el gesto de la
Eucaristía y, por ende, a su Señor. Caravaggio ha utilizado una composición muy
frecuente en lapintura veneciana, en especial de Tiziano, con Cristo en el
centro, acompañado de un sirviente. Sin embargo, ha llenado la escena de
sutiles indicativos de la divinidad y el misterio desvelado de la resurrección,
que algunos coetáneos de Caravaggio criticaron por ser inapropiados. Uno de
estos elementos fue el cesto de frutas que adorna la mesa, se censuró el que
contuviera frutos de otoño, cuando la resurrección había tenido lugar en
primavera. Sin embargo, como apreciamos en el comentario del citado Cesto, cada
fruta es una alusión simbólica: la manzana al pecado original, la granada a la
pasión, etc. Por otro lado, el resto de los manjares resume los elementos de la
Eucaristía: el pan, el vino y la jarra de agua. Los gestos y las posiciones de
los personajes también nos indican el verdadero significado de la escena:
Cristo bendice el pan con el mismo gesto del Dios Creador del Juicio Final de
Miguel Ángel. Pedro extiende sus brazos en el mismo gesto de un crucificado,
como lo fue Cristo y como lo habría de ser el apóstol más tarde. Sólo los
discípulos pueden reconocer el gesto de Cristo, por lo que el criado, ignorante
de lo que está presenciando, no se ha descubierto la cabeza como haría si
reconociera al Mesías. Un último detalle que revela la divinidad de Cristo
oculta a los ojos humanos es la sombra que el criado proyecta sobre el fondo
pero no sobre Jesús, quien parece iluminado por una luz interna.
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